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Betina Jozami, la tenista de élite que dio Paraná

Inició carrera a los 14. Jugó Copa Fed, Orange Bowl, JJOO con Dulko y Wimbledon. Estuvo top 100 y una lesión la alejó de las canchas a los 21 años. Cómo es la vida de una exdeportista de alto rendimiento después del retiro a tan corta edad.

Su joven carrera en el circuito comenzó a temprana edad. Pasó por Roland Garros, Wimbledon, abiertos estadounidenses y otros tantos courts de renombre. Representó al país en mundiales juveniles, Fed Cup, Panamericanos y en los JJOO 2008. A los 21 años dejó el tenis por una lesión y se dedicó a estudiar Administración de Empresas. La extenista paranaense de 33 años repasó su historia en el deporte donde dejó su huella.

"En tenis la carrera se arranca muy temprano, a los 12 o 13 años ya sos profesional, es distinto a un deporte en equipos que tenés diferentes etapas". Con tan solo 5 años, Betina pasaba gran parte del día en el Club Recreativo junto a sus padres. "A los 7 años ya estaba practicando en la escuelita de Alejandro Rudi", contó la paranaense.

Fue una carrera que terminó a los 21 años a causa de una lesión en el talón que la obligó a tomar la decisión: operarse y volver a intentar o llevar su vida por otro lado. Luego de haber transitado un largo camino en el tenis, llegando a la posición 196 en singles y en dobles 140, Jozami dejó la raqueta y la pelota y se abocó al estudio.

“En ese momento yo tenía ganas de estudiar y que no me duela más el pie, entonces me puse a estudiar Administración de Empresas también para quedarme quieta, no viajar. Me costó estar todo leyendo los apuntes, lo hacía diez veces porque estaba acostumbrada a hacer mil saques y era lo mismo siempre”, comentó.

Mientras cursaba la carrera trabajaba en la empresa familiar con su padre y hermana. A los 5 años consiguió una oferta laboral de marketing en México donde estuvo tres años y regresó antes de la pandemia. En ese trayecto universitario quiso retomar el tenis, compitió en los Juegos Olímpicos Universitarios en 2013 y 2015 “pero no volví a agarrarle la mano de manera profesional”.

“Desde los 19 años estuve con el problema en el talón (espolón calcáneo), podía operarme y seguir, pero había varias cuestiones de por medio. Es un deporte demandante, a su vez quería estudiar, eran muchas cosas pero el gran determinante fue la lesión”, sostuvo Betina.

Pese a haber dejado su pasión deportiva a tan temprana edad, Betina no se arrepiente de la decisión aunque sí lamenta haber dejado de competir en dobles. “Me entretenía más, tenía más estrategía y planificación que en single, que es ver quién resiste más mentalmente, porque física y tenísticamente llegan a un nivel muy parecidos todos”.

TRANSITAR EL DEPORTE EN LA JUVENTUD

El primer viaje fue a los once años al Orange Bowl en Estados Unidos y luego a Europa de gira donde también estaban Juan Martín Del Potro, Leonardo Mayer, Florencia Molinero. Y a los 14 años disputó su primer Roland Garros. “En esos viajes tuvo mucho que ver Gabriela Sabattini que ayudó a la Asociación Argentina de Tenis para que los juveniles viajemos más de lo que era el grupo inicial”, destacó.

“Gabriela siempre estuvo apoyando, iba a ver nuestros entrenamientos. Es algo que con el tiempo valoras aún más. A Vilas también lo conocí en un torneo en Mendoza y gracias a él pude conseguir la ropa Topper”, contó Jozami

Después surgieron miles de viajes al exterior lo que le permitió conocer todo Sudamérica, Estados Unidos, países europeos y otros tantos. “Generalmente se viajaba de manera individual por que el ranking es individual, yo tenía la suerte que alguno de mis padres me acompañe o armamos un grupito de jugadores y tratábamos que vaya un adulto. Fue complicado pero tenía sus frutos. Tenía sus pros y contras, con sus sacrificios”.

Al iniciar a tan temprana edad y muchas veces lejos de sus seres queridos, obligaba a tener mayores responsabilidades y manejar de manera individual ciertas cuestiones. “Hay mucha responsabilidad, tenés que empezar a manejar ciertos sentimientos que a la larga te das cuenta que son deportivos, pero en el momento lo son todo”.

“Te vas a República Checa a competir, perdés y es toda tu culpa. Hay un esfuerzo económico y muchas cosas que manejar. Por ahí entre compañeros o entrenadores tratábamos de manejarlo, aparte es un deporte donde hay que recuperarse rápido. A la semana que viene tenías revancha. Hay que manejar las emociones porque te pones contenta cuando ganas, triste cuando perdés”, aseguró Betina.

Estar de aeropuerto en aeropuerto era parte de su vida tenística. “Son cosas que uno analiza pero sos muy chico para tomar ciertas decisiones. Todo el mundo está entrando en la universidad y vos tenes que tomar estas decisiones. Es complicado pero es el precio”, remarcó.

Sus inicios se dieron en cancha de cemento, como las del Club Recreativo, que en su momento eran escasas en la provincia, aunque hoy predominan las de polvo de ladrillos. La falta de canchas en condiciones fueron factores fundamentales en su preparación “Las giras eran de mucho tiempo porque desde Sudamérica había que irse a entrenar a otras superficies. En cambio las rusas y las norteamericanas hacían giras de 2 o 3 semanas”, comentó.

Pero el court ideal para la paranaense, por su juego, fue el césped de los cuales hay muy pocas en el país. “La de Wimbledon no la tiene nadie, no es algo que se desarrolle mucho en el país, por ahí puede haber en Buenos Aires. Para mi juego era bastante agradable, si bien a algunos no les gusta, porque los puntos duraban pocos y no había que correr tanto”, sostuvo Betina.

Además del tenis siempre le gustó el fútbol y le simpatizó el básquet por su padre. En la actualidad suele darse el gusto y juega cada tanto fútbol 7.

JUEGOS OLÍMPICOS

Betina Jozami representó al país en los Juegos Olímpicos de Beijing 2008 en dobles junto a Gisela Dulko. “La verdad que es una experiencia diferente para el tenista porque por ahí en atletismo es la mayor aspiración que pueden tener y para mi como deportista lo es también, pero tenemos un calendario invadido con torneos, son 40 semanas al año donde hay competencia entonces es totalmente distinto”, reconoció.

“La experiencia ahí fue muy linda. Representar al país, ya sea en la Fed Cup (Copa Davis femenina), en los Panamericanos, o en los JJOO siempre tiene un plus adicional. Generalmente uno entra a la cancha con todo, ya sea por un tercero o quinto puesto, pero cuando es por tu país se siente distinto. La garra que podes llegar a meter, por ahí media extraordinaria cosa que se lo veía a Nalbandia, a Del Potro”, sostuvo la extenista.

Luego de vencer a Israel en primera ronda, el doble argentino quedó eliminado contra la dupla rusa Vesnina-Zvonareva, lo que impidió enfrentarse contra Venus y Serena Williams. “Decía vamos a darlo todo porque simplemente estar del otro lado de la red de ellas dos, que nunca lo pude hacer, era un sueño. Hicimos lo que pudimos pero fueron superiores, ellas creo siguen jugando doble”, sostuvo.

El disfrute de estar en competencias de gran nivel y en vista de todos, fue parte de las experiencias vividas por Betina. “Con el paso del tiempo lo valoras más. En su momento eran tantas cosas las que querés hacer que tenés que enfocarte en tu competencia. En algunas cuestiones lo tomabas como un torneo convencional, pero se pudo disfrutar lo máximo”, aseguró.

Los JJOO, o más específicamente la Villa Olímpica se convierte en una ciudad donde convergen atletas de todo el mundo del profesionalismo y del amateurismo. Durante su estadía en China, Jozami quedó más de una vez sorprendida al ver estrellas deportivas como si fuese uno más para socializar o sacarse fotos.

“Un día estábamos yendo a desayunar con Gisela y cae al edificio Kobe Bryant buscando a Messi para sacarse una foto. Gise me dice ahí están los de básquet y le digo es Kobe. Después de eso no te pasaba la comida”, recordó la anécdota, que no fue la única con una figura de la NBA.

“Gisela en ese momento era novia de Fernando González, que fue medallista en esos Juegos, estábamos los tres desayunando. Ellos dos no eran simpatizantes del básquet, en un momento le tocan el hombro a Fernando y le piden una foto. Yo sabía quién era y Gisela estaba tranquila ahí y siguieron comiendo. Era Jason Kidd, yo tenía 17 años, para mi estaba en Disney, no podía seguir comiendo tenía que procesar esa información. Era basquetbolista, le digo, pero no le dieron mucha importancia”, contó.

REACCIÓN A UN MOMENTO ADVERSO

En el tenis un mal servicio o una desconcentración puede costar caro. En esas situaciones es donde se pone a prueba la cabeza para saber si está listo o no para sobreponerse.

“El talento se pule, el físico se entrena, la técnica la podés mejorar. Federer dice que es un deporte de errores, es quién comete menos y quién vuelve más rápido después de cometerlo. A Nadal lo admiro, él vuelve en 7-8 segundos siempre, te puede regalar uno o dos puntos y ha demostrado que puede batir récords con menos nivel del que ha tenido”.

“Si tengo que elegir me encanta Federer, pero la cabeza tiene mucho que ver. Es poco el tiempo que hay entre un ace y una doble falta algo muy lindo y muy feo que depende de vos. El que lo puede manejar con el tiempo va viendo que no es tan grave hacer una doble falta”, señaló.

REFERENTES

“A Serena y venus siempre que podía verla lo hacía, llegaba tarde a entrenamientos por quedarme a verlas. Justine Henin me encantaba, Lindsay Davenport me gustaba su estilo, sacaba fuerte, Steffi Graf no la vi nunca pero me llamó la atención que solo con slice de redes y no tener top spin, que es el golpe más agresivo, ella llegó hasta donde llegó simplemente con algo defensivo de uno de los golpes que es más predominante. Antes era solo para pasarla”, comentó.

En el plano nacional destacó las figuras de Gisela Dulko, Paola Suárez, Patricia Tarabini “las admiro mucho, eran nuestros modelos y muy talentosas”.

En la rama masculina remarcó la figura tenística de Juan Martín del Potro. “Como jugador me encanta, además mentalmente es muy fuerte dentro de la cancha. Él puede hacerle creer a Federer que le va a ganar y no cualquiera lo hace. Con juego si, pero que Federer se ponga nervioso es muy complicado. Eso lo admiro mucho, pero ha tenido mucha mala suerte”.

Aunque reconoció que las lesiones le jugaron una mala pasada. “Es el Gago del tenis en el sentido de las lesiones que no son habituales, muñeca, rodilla, mucha mala suerte en mi parecer porque estuvo muy cerca del ser 1 del mundo. Era muy complicada la temporaneidad que le tocó”, sostuvo.

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