Una película que marcó una época y abrió el cine español al género del fantaterror, con una soberbia interpretación de José Luis López Vázquez, dirigido por Pedro Olea. Benito es un vendedor ambulante que recorre los pueblos de Galicia. A veces sufre repentinos ataques de epilepsia que le hacen desaparecer. Pero hay quien sospecha que lo que ocurre es que se convierte en hombre lobo.